TRAGEDIA Y MILAGRO: EL ACCIDENTE DE LOS ANDES
¡Está Helado!
La sensación de frío era insoportable. En Uruguay, donde la temperatura promedio en octubre ronda los 20 grados, ellos ahora se enfrentaban a temperaturas extremas de -30 grados durante las noches. Experimentaron un cambio drástico de 50 grados en su entorno.
Desesperados por abrigarse, utilizaron las fundas de los asientos como cobertores. Durmieron juntos, sintiéndose un poco más amparados, buscando calor humano y protección mutua. El instinto de supervivencia estaba en su punto más alto, alerta en todo momento. Afortunadamente, lograron encontrar algo de comida para aliviar el hambre que los acosaba. Cada bocado era un pequeño triunfo en medio de la adversidad.
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