TRAGEDIA Y MILAGRO: EL ACCIDENTE DE LOS ANDES
¡Presencia Humana!
En un momento dado, Canessa y Parrado llegaron a un extenso valle en medio de las imponentes montañas. Para sorpresa de Parrado, reconocía aquel lugar desde lo alto de la cima que habían escalado días atrás. El valle se extendía majestuosamente ante ellos, alimentado por un sereno río que fluía en su centro.
Increíblemente, después de diez agotadores días de caminata, se encontraban a escasas diez horas de distancia del lugar donde yacía el avión destrozado. A medida que avanzaban, vieron restos de campamentos dispersos y rastros de actividad humana se hacían cada vez más evidentes. Pero estaban tan cansados que se acostaron a dormir. A la mañana siguiente vieron a 3 hombres a caballo al otro lado del río.
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