TRAGEDIA Y MILAGRO: EL ACCIDENTE DE LOS ANDES
Nada Podrá Vencerme
Estos jóvenes, apasionados del rugby, se regían por una filosofía de vida fundamentada en los valores deportivos y en el trabajo en equipo. Su juventud, su vigor físico y su dedicación al entrenamiento los convirtieron en verdaderos guerreros capaces de enfrentar cualquier desafío. La disciplina, la constancia y la perseverancia que practicaban en el campo de juego las trasladaron al escenario de la supervivencia.
Con una actitud inquebrantable, se negaron a rendirse ante las adversidades. Cada obstáculo se convirtió en un desafío a superar, y encontraron fuerzas en su lema interno: “Nada podrá vencerme”. Su determinación y espíritu de lucha les permitieron mantener la esperanza y salir victoriosos de una situación extrema.
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