Le Ceden El Asiento A Una Mujer Embarazada, Pero Luego Pasa Esto…
La Recta Final
La ansiosa mujer aprovechó el punto ciego para comenzar su carrera desesperada. Usó todas sus fuerzas y, finalmente, llegó a casa sana y salva. Cerró la puerta con rapidez y se asomó por el ojo de la cerradura para verificar si el hombre aún estaba afuera. Aunque parecía que el hombre había desaparecido, Jenna no pudo relajarse del todo.
Desde el visor de la puerta, vio un pequeño objeto en la acera frente a su casa que la hizo sentir inquieta. El objeto parecía fuera de lugar, y el temor de que el peligro aún no hubiera terminado la invadió de nuevo. La ansiedad volvió a subir mientras Jenna trataba de descifrar si el peligro seguía acechando.
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